- Pubblicata il 13/02/2019
- Autore: Luis Alejandro
- Categoria: Racconti erotici gay
- Pubblicata il 13/02/2019
- Autore: Luis Alejandro
- Categoria: Racconti erotici gay
CON QUIEN ES AHORA MI MEJOR AMIGO, CAPITULO IV - Cosenza Trasgressiva
Aquí les cuento cómo fué que mi compañero de trabajo Jhonny terminó siendo mi mejor amigo y dejamos fuera esas ganas de sexo... Sí, después de auella experiencia caliente dentro de la oficina, y luego de que había hecho de las mías, aún quedaba pendiente esa fantasía de tirarme a mi amigo el marinero que era mi compañero de trabajo. Resulta ser que un día sin esperarlo, ha llegado a mi casa, y, aunque estaba esperando a un chico que había conocido y me traía de cabeza, llegó como si nada, me dijo que necesitaba hablar conmigo y lo hice pasar a mi casa. Yo estaba solo, y sinceramente no tenía idea de lo que pudiera pasar. Apenas entró, se me ha abalanzado encima a besarme, a tocarme, de una manera tan efusiva que me quedé atónito, pero cedí enseguida, en fin, no había nadie mas que nosotros, y esas ganas de que me cogiera no podían quedarse así, no hubo ninguna charla, nada, solo besos, comenzamos a tocarnos, a excitarnos, me lo llevé al cuarto, le fui quitando la camisa, unos pectorales hermosos cubiertos de vellos, un abdomen de película, y ese pene duro que tenía, no esperé nada, le quite toda la ropa, le tapé los ojos con una cinta, y comenzamos un juego donde yo tenía el control, lo tiré en la cama, lo fui besando poco a poco, le lamía todo el cuerpo de pies a cabeza, èl buscaba zafarse pero lo tenía dominado, le chupaba la verga, las bolas, hasta bajar y lamerle el mismo culo, estaba excitado al punto que brotaba fluido preseminal, dulce, rico, lubricaba muchisimo.. Ya en este punto me subí sobre él, con su pene full de líquido no hacía falta lubricante, me lo fuí metiendo poco a poco en el culo, uff!!! me dolía, sentía como se estiraba, como iba entrando ese guevo enorme en mi culito estrecho... El estaba demasiado loco, lo dejé que me tocara y enseguida me agarró las nalgas y así empecé a moverme con ganas, sentía su verga dentro de mí, me movía rápido, luego lento, lo besaba, él me daba nalgadas, me encataba y me excitaba. Así, dándome duro y yo moviendome duro, lo hice acabar, recuerdo que gritaba, al punto que creí que mis vecinos me escucharían, pero no hice caso y listo, nos quedamos miráandonos. A la final, una hermosa conversación que no olvidaré, era mejor ser amigos antes que involucrarnos en una relación, y así fué, hasta el día de hoy, somos los mejores amigos, sin sexo, solo con recuerdos... Somos los mejores amigos...
Altre storie in Racconti erotici gay